¿Por qué te pienso como el olivo que se dora en el atardecer?
¿Será porque ya no estas para aliñarme el vinagre?
¿Será porque ya no pruebo descalza el fruto de tu árbol?
¿Será porque ya no escupes aceite de caricias?
O será porque su color, aún se crece al caer la noche infinita.
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